14 DIC 2023 – 10 MAR 2024

La primavera silenciosa presenta un cuerpo de trabajo entendido como un pequeño jardín formado por objetos usables y portables, un paisaje en movimiento que toma protagonismo en un entorno urbano y que tiene relación con el cuerpo, adaptándose a él. Está formado por una serie de esculturas vestibles, objetos de uso cotidiano y piezas de pared hechas en diferentes metales en las que se crea una relación con el objeto más allá de la razón o la funcionalidad a través de la parte personal y afectiva, la resiliencia de la naturaleza, los límites de lo natural con lo doméstico, el imaginario de las flores y plantas en nuestras rutinas.

El paisaje creado a través del jardín cultivado explora cómo la tridimensionalidad en el metal puede abrazar una emoción y una intención de permanencia. De esta forma, es importante hablar del valor del tiempo en el proyecto. Las esculturas con reminiscencias de formas naturales se muestran en un cierto estado de permanencia. Esto provoca que, a través del material, se alargue la determinación de lo orgánico. En otras palabras: plantas, flores u hojas aplazan su seducción por el destino y suscitan una necesidad de continuidad en el tiempo, de remembranza.

La necesidad de recuerdo y continuidad en el tiempo y remembranza del ser humano se muestran en este proyecto a través de un diálogo con la materia viva. A medida que el metal cambia con el tiempo, adopta una apariencia única, revelando su historia y su vida, al igual que nuestra propia transformación personal, gradual y constante.

Las obras presentadas en esta exposición hablan de cómo el tiempo es un compañero constante de nuestro cuerpo, a través de la representación de formas orgánicas, de gestos, de movimientos. Son objetos portables que se activan con el movimiento, piezas que acompañan el primer gesto, obras que nos acompañan en el sueño y en el camino con y sin rumbo, que nos invitan a reflexionar y a descansar.

La exposición viene acompañada de un texto en forma de relato de Ana G. Chouciño, que nos introduce en este singular camino a través del jardín de Carla Souto y un código QR para descargarte la playlist (Spotify) que escuchaba Carla mientras sembraba y hacía crecer las piezas de esta exposición.