A HIERRO
14 MARZO – 16 MAYO 2025
“– ¡Huele a hierro! – dijo mi amigo Sergi cuando bajábamos del Mauberme, un escarpado pico del extremo Norte del Valle de Arán, en el Pirineo Central. A nuestra derecha se precipitaba oxidado el río Unhola tintando todo a su paso de un rojo anaranjado. Más arriba, de donde veníamos, las minas de Liats y Urets –una antigua explotación minera que en su día extraía plomo y zinc– habían abierto profundos boquetes en la montaña de los que ahora, ayudados por el agua de lluvia, descendían y se oxidaban los minerales de hierro. Un descenso bastante más fácil del que en su día suponía el transporte de los metales extraídos, ayudados por complejos sistemas de poleas, vías y vagonetas de hierro, abandonadas allá arriba y ahora también oxidadas. Aquel Mauberme lo subimos a hierro.
De vuelta a Galicia bajo hasta una montaña hueca, un cielo abierto del que hasta los años ochenta se extrajo cobre; la polémica mina de Touro y O Pino. Es un descomunal agujero en la montaña que ahora, más de treinta años después y ayudado por el uso de tecnosoles para acelerar la aparición de la vegetación, se ha convertido en Humedal Reactivo: un paisaje hecho a hierro con sus lomas escalonadas y parcheadas de vegetación ‘high tech’ con un fuerte olor a azufre y metal.
Desde los cortados de la mina, la constante lluvia arrastra los ácidos hasta llegar a ríos como el Portapego, ahora completamente rojo y convertido en algunos tramos en un auténtico cenagal arcilloso tintado de óxido, que a modo de arenas movedizas bloquean todo a su paso. Lo sé porque intenté acercarme y mis piernas quedaron bloqueadas hasta la rodilla, así que recogí óxidos en ese mismo punto del río y salí de ahí a hierro.
A partir de estas dos experiencias germina una serie de pinturas realizadas a hierro; que surgen de agitados procesos grabados en la misma naturaleza y que utilizan como materia únicamente óxido de hierro y agua de río. Tomando el ciclo del agua y el río como proceso visible de una brutal transformación del paisaje sucedida más arriba, en lo alto de una montaña, operada por la actividad humana de la minería metálica. A hierro utiliza la fuerza al arrastrar los cuadros húmedos por el propio paisaje, en un proceso en el que la propia hierba se convierte en un caótico ejército de pinceles. Fricciona con la naturaleza y la utiliza, y aun así toda esa fuerza que queda grabada en la superficie del lienzo es capaz de convivir con cierta delicadeza gracias al movimiento del agua, buscando ese equilibrio natural. La vegetación no está representada, simplemente está ahí y es de hierro. Igual que el río. Igual que el viento y que el paisaje estratificado. Todo es líquido y se ondula en un movimiento más o menos denso. El paisaje se pinta a sí mismo; a hierro”.
irene grau
irene grau (1986, Valencia)
Vive y trabaja en Santiago de Compostela.
Doctora en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia. En 2010 recibió una beca de Excelencia Académica y de 2011 a 2015 la beca FPU concedida por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España para desarrollar su Tesis Doctoral. Reconocida nacional e internacionalmente por premios como VII Premio Cervezas Alhambra de Arte Emergente 2023, Apertura Madrid 2022, Generaciones 2018, Becas de Creación Artística en el Extranjero Gas Natural Fenosa 2017 MAC, Isaac Díaz Pardo de Artes Plásticas 2021, Premio Mardel Artes Visuales 2017, o el premio Festival Off PhotoEspaña 2015. Su trabajo se encuentra en colecciones como el Ministerio de Cultura, Madrid; Madison Museum of Contemporary Art (MMoCA), Madison WI, US; CA2M, Madrid; Banco de España, Madrid; FCAYC, León; FUNDACIÓN MASAVEU PETERSON, Madrid; Fundación DKV, Valencia; Fundación OTAZU, Navarra; entre otros, y en numerosas colecciones privadas de Europa, Asia, y Estados Unidos.
Todo el trabajo de Irene Grau nos habla de pintura y paisaje, de proceso y desplazamiento. Lo hace a través de una rigurosa investigación sobre las posibilidades de la pintura monocroma y de cómo ésta se relaciona con el territorio sobre todo como experimentación, como modo de ver desde la acción de caminar. Todo lo cual se entremezcla siguiendo las tradiciones de la pintura radical monocroma, la pintura mural, los proceso performativos, el arte conceptual y la ecología. Con frecuencia su trabajo se desarrolla en series que son el resultado de una larga investigación específca en la naturaleza – in situ-, donde experimenta con diferentes materias y técnicas, para fnalizar en el espacio de exposición, donde el trabajo es nuevamente transferido y transformado para crear una entidad con la especifcidad del espacio. El título de su tesis doctoral: ‘The painter on the Road’, resume perfectamente sus intereses y actitud respecto a la pintura, podríamos así decir que Irene Grau es una plenairista conceptual que asume que la obra es sólo «lo que resta» de una experiencia más amplia que va más allá de un paisaje recorrido o una arquitectura estudiada, pues transmitir lo vivencial conlleva asumir una falta; aún así, su obra deja las sufcientes pistas para que los espectadores sean capaces de reconstruir el camino y orientarse en su propia percepción.
A hierro. irene grau
14 de marzo – 16 de mayo 2025
Horario: Lunes a viernes de 11 a 14h / de 17 a 20h.
Sábados y fuera de horario: cita previa